A “Emma” la atendieron en uno de los mejores hospitales de Michoacán: el de la Mujer; pero fueron los médicos y enfermeras de ese centro quienes salvaron su vida. Cada uno dedicó, con el corazón en la mano, su esfuerzo y empeño, sus conocimientos y experiencias que matizaron de color y devolvieron la esperanza a una familia y su madre a un recién nacido.