Por Aquileo Valdovinos
La autonomía de la Fiscalía General del Estado va más allá de la designación de su titular, pues su base radica en la libertad operativa de la institución, principio que se garantiza con la Ley Orgánica aprobada por el Congreso del Estado, subrayó la diputada Lucila Martínez Manríquez, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México en la LXXIV Legislatura local.
En el marco de la aprobación de la Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado, la legisladora recodó que los ciudadanos quieren un cambio sustancial en la investigación y persecución de los delitos, lo que será posible con una Fiscalía que desde su norma operativa da claridad, viabilidad y fortalece el engranaje y funcionamiento de la institución.
En vísperas de las comparecencias de los aspirantes a ocupar el cargo de Fiscal General, y frente al debate político sobre la necesidad de autonomía plena de dicho servidor público, la legisladora local hizo mención que el mecanismo para su designación cuenta con plena legitimidad, y es similar al establecido para la Fiscalía General de la República, las 24 Fiscalías estatales que existen en el país e instituciones similares en otros países.
“Aunque las personas y su actuar es un factor relevante en la autonomía de una institución del calado de nuestra Fiscalía General, ésta no es posible y se queda en ficción si no cuenta con un andamiaje orgánico eficaz y fuerte desde su propia norma, y es ahí en donde el Congreso del Estado con la aprobación de la Ley Orgánica ha garantizado la autonomía de la Fiscalía, no sólo de su titular sino de todos los que en ella se desempeñen”.
En ese sentido recalcó finalmente que el Fiscal General no será un jefe omnímodo y omnipresente, del que deban depender las decisiones técnicas del resto de fiscales, sino por el contrario, con la Ley se garantiza la independencia, autonomía y profesionalización de cada uno de ellos.