- A petición de vecinos de Jesús del Monte, la Semaccdet buscará los mecanismos para asegurar la supervivencia del manantial El Mastranto, amenazado por la expansión de los asentamientos humanos
- La conservación de los recursos naturales es una condición para lograr la cohesión y la paz sociales que se requieren en la entidad, aseveró Ricardo Luna
Morelia Michoacán, Junio del 2019.- La cohesión y la paz sociales están determinadas, entre otros factores, por la satisfacción de las necesidades inmediatas de las poblaciones, la sustentabilidad de éstas y la preservación de sus recursos naturales, señaló Ricardo Luna García, titular de la secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet).
Luna García detalló que, como parte de los esfuerzos que el Gobierno de Silvano Aureoles Conejo realiza, a través de la Semaccdet, para fomentar el bienestar de la sociedad, el próximo lunes 24 de junio se reunirá con residentes de la tenencia de Jesús del Monte, quienes refirieron la problemática del manantial El Mastranto, afectado por la expansión de la mancha urbana.
Ello, luego que vecinos de la zona, liderados por José Manuel Hernández, solicitaran su intervención para buscar los mecanismos que garanticen la supervivencia del manantial El Mastranto, que proporciona el agua que consumen, estimaron, alrededor de mil familias asentadas en sus inmediaciones.
“Este lunes nos reuniremos con los vecinos de Jesús del Monte, un encuentro al que también acudirán representantes del ayuntamiento de Morelia, porque vamos a analizar cómo salvar este manantial, que ha quedado cercado por los fraccionamientos construidos en sus inmediaciones, desde la Semaccdet vamos a apoyar a la población a recuperar su fuente de agua y a prevenir conflictos al interior de la comunidad”, reiteró Ricardo Luna.
Vecinos de la tenencia de Jesús del Monte han reclamado el riesgo de desaparición del manantial El Mastranto, a causa de la instalación de asentamientos en sus inmediaciones y la construcción de un cercado que limitaría la captación de los escurrimientos pluviales, además que la urbanización de la zona impediría a los usuarios el acceso al cuerpo de agua.