Redacción
Título del autor,BBC News Mundo
Primero estallaron cientos de beepers y un día después lo hicieron un gran número de walkie-talkies.
Las explosiones, ocurridas durante dos días seguidos, mataron al menos a 37 personas y dejaron más de 2.450 heridos, incluidos cientos que perdieron sus ojos, dedos y manos.
El gobierno libanés y Hezbolá -el partido político islamista chiita respaldado por Irán- atribuyeron los ataques a Israel.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, describió este jueves los ataques con dispositivos como «terrorismo puro» y los calificó como «crímenes de guerra o al menos una declaración de guerra».
«Dios es misericordioso y evitó más muertes y heridos. Varios beepers estaban fuera de servicio o apagados. Algunos no habían sido asignados y todavía estaban almacenados», precisó.
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