- Hay un incremento del 400 por ciento en ciberdelitos y falsificación de productos en línea durante el periodo de confinamiento que llevamos en México
La nueva realidad nos obliga a estar más alerta frente a los fraudes electrónicos, ya que el incremento del uso de las tecnologías nos pone en mayor riesgo de ser víctimas de delitos virtuales, subrayó la diputada Araceli Saucedo Reyes, integrante de la Comisión de Justicia de la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
La diputada por el Distrito de Pátzcuaro refirió que existen datos dados a conocer por organizaciones como la Asociación de Internet MX que reportan un incremento del 400 por ciento en ciberdelitos y falsificación de productos en línea durante los seis meses de confinamiento en México.
“Es claro que la nueva realidad ha incrementado el uso de la tecnología para realizar múltiples tareas que hasta hace poco las hacíamos de diferente manera, una de ellas son las compras electrónicas y actividades económicas vía digital, lo que ha aumentado los delitos de fraude y falsificación debido a que delincuentes ven tierra fértil para delinquir en esta nueva condición”.
La también integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática apuntó que a partir de esta realidad es que los ciudadanos deben extremar precauciones en el uso de la tecnología para no ver afectado su patrimonio, teniendo presente que cualquier medida de seguridad jamás estará de más.
Consideró que una de las tareas inmediatas para el Poder Legislativo en este contexto de una nueva realidad, es una revisión del marco normativo de manera que se ataje la posibilidad de un incremento mayor en los ciberdelitos.
“Habrá que hacer un análisis puntual de nuestras leyes, de manera que aquellas modificaciones que se hagan necesarias para sancionar oportuna y ejemplarmente a quienes incurran en este tipo de delitos, se hagan realidad en lo inmediato”.
Araceli Saucedo recalcó que actualmente nuestro país ocupa el tercer lugar en el mundo en cuanto a ciberdelitos, sólo por debajo de China y Sudáfrica, lo que es una alarma evidente para que se tomen cartas en el asunto y se combata el fenómeno con todo rigor.