- El diputado ha promovido ante el Pleno Camaral, una iniciativa para reformar la Ley de Ejecución de Sanciones Penales del Estado, de manera que exista la obligación de velar por las niñas y niños que habitan en prisión al lado de sus madres.
Morelia, Michoacán, 24 de mayo del 2023.- Es necesario que desde nuestro marco normativo velemos por los derechos de la población infantil en penales, niñas y niños que son hijos de mujeres presas, apuntó el diputado de Movimiento Ciudadano Víctor Manríquez González, integrante de la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.
Por ello el diputado ha promovido ante el Pleno Camaral, una iniciativa para reformar la Ley de Ejecución de Sanciones Penales del Estado, de manera que exista la obligación de velar por las niñas y niños que habitan en prisión al lado de sus madres.
“Las mujeres privadas de libertad tienen el derecho de conservar la guardia y custodia de sus hijas o hijos menores de tres años, sin embargo, en nuestra legislación estatal se amplía por un año más esta estancia”.
Conforme a los datos del INEGI refirió que para 2021 en México había 523 niñas y niños viviendo al interior de los centros penitenciarios con sus madres, de los cuales 13 correspondían a Michoacán.
“Dentro de las prisiones mexicanas existen dos clases de servicios especializados: por un lado, áreas de maternidad y por otro, espacios para educación temprana de los y las niñas. Esos espacios se localizan exclusivamente en algunas prisiones, y nuestro Estado cuenta con uno, así como con 12 espacios de educación temprana para los y las hijas de mujeres privadas de libertad”.
Víctor Manríquez refirió que, a pesar de contar con esos espacios, actualmente en el Sistema Penitenciario Michoacano de los 11 centros con los que se cuenta, en solo uno de ellos se observó una adecuada atención con los menores.
“Solo 20 por ciento de la población infantil tiene acceso a juguetes, el resto depende de asociaciones civiles, grupos religiosos, familiares o mujeres liberadas que comparten con quienes se quedan. Esto les quita posibilidad de desarrollarse como lo que son, niñas y niños con derecho al juego”.
Destacó que los niños y niñas que viven en las prisiones no son delincuentes y no deben pagar como si lo fueran, por lo que deben llevar vidas tan buenas como las que tendrían si vivieran fuera, por lo que es fundamental que el Estado les garantice los servicios básicos.