- Mientras menor sea el consumo de productos y servicios, menor será nuestra huella hídrica y mayor la conservación de agua en el mundo
Morelia Michoacán, Febrero de 2020.- Empleamos agua no sólo para beber, cocinar o lavar, sino también en la producción de bienes, como alimentos, papel o ropa, por ello, apostar a la concientización del uso que le damos a este recurso no renovable es imprescindible para logar un manejo eficiente de éste.
En la búsqueda de fomentar e impulsar una mayor educación ambiental, el Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, a través de la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas (CEAC), aporta un granito de arena para que más personas adquieran conocimientos que las lleven a involucrarse decididamente en el cuidado y conservación de nuestro entorno natural.
Así, un concepto difundido en los talleres y pláticas que lleva a cabo la dependencia en su Departamento de Calidad y Cultura del Agua, se refiere al indicador denominado “Huella Hídrica” (HH), el cual busca evaluar el impacto sobre los recursos hídricos que requiere la producción de un bien, en cada una de sus etapas o la prestación de un servicio.
Esto, permite tener un valor de referencia y tomar conciencia del consumo de agua que necesitamos cada día en todas nuestras actividades, para así valorar el vital líquido y lograr optimizar su uso.
Germán Tena Fernández, titular de la CEAC, señaló que desde su dependencia se apuesta por incentivar una cultura de consumo responsable del agua y acciones sustentables con el medio ambiente, enfocando los esfuerzos en las generaciones más jóvenes, por ser importantes promotoras en sus hogares de una perspectiva más consciente de la crisis climática que vive el mundo.
Algunas formas de reducir el impacto de la huella hídrica pueden ser disminuir el consumo de carne, dado que requiere más agua y combustibles fósiles que otros productos como verduras o legumbres; apoyar la agricultura sostenible que produce alimentos en huertas, granjas o bien empresas locales, lo que no implica desplazamientos que también propician uso de agua.
De igual forma se debe evitar el desperdicio de alimentos, ya que eso equivale a desperdiciar energía y agua; revisar tuberías y fugas, apostar por la reutilización y el reciclaje, ahorrar el vital líquido en todas las actividades cotidianas y comprar productos de energía eficiente e inodoros ecológicos, por mencionar algunas.