Gerardo Lissardy
Role,BBC News Mundo
Volverse la primera presidenta elegida en las urnas de su país, como ahora lo es Claudia Sheinbaum en México, significó para la costarricense Laura Chinchilla una “enorme responsabilidad”: iba a ser evaluada de forma especial, recuerda.
“Las valoraciones sobre mi presidencia no recaerían exclusivamente sobre mi persona -como siempre ha ocurrido con los presidentes varones- sino también sobre el género”, dice Chinchilla a BBC Mundo.
Ella vio ese momento no solo como un gran honor, explica, sino como “la oportunidad de romper para siempre el techo de cristal y con ello permitir que las mujeres más jóvenes pudiesen soñar con alcanzar esa cima”.
Tal vez algo similar cruce la mente de Sheinbaum y de muchas mexicanas luego del triunfo contundente de esta científica de 61 años en las presidenciales del domingo en su país, con 59% de los votos según el escrutinio parcial.
Sin embargo, la historia reciente sugiere que las jefas de Estado pueden enfrentar retos peculiares en una América Latina con fuerte tradición machista en el poder.
Leer más: https://www.bbc.com/mundo/articles/ckddex1g8wyo