- El impacto social que generan obras hídricas como estas es alto, pues mejoran la calidad de vida de las y los habitantes
Morelia Michoacán, Septiembre de 2020.- Más de 500 personas que habitan en comunidades alejadas, con alto grado de marginación, dispersas en el territorio y que no habían contado con el vital líquido hasta por 25 años, superaron este ancestral rezago luego de que el Gobierno de Michoacán construyó 92 Sistemas de Captación de Agua Pluvial.
Quizá no lo sabías, actualmente se lleva a cabo la instalación de 27 equipos en las localidades de El Ceresito, en el municipio de Cherán; El Eje, en Madero y Gallitos (Siete Carreras), en Tiquicheo. Ahí, la administración del Gobernador Silvano Aureoles Conejo, invierte recursos por 4 millones 040 mil pesos.
Estas obras hidráulicas se ejecutan por la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas (CEAC) desde el año 2017 y el objetivo es que más familias cuenten con acceso a agua potable, sobre todo aquellas que viven en condiciones específicas, como es el que se trate de lugares con poca población, dispersas en el territorio y a una distancia de las cabeceras municipales de hasta 5 o 6 horas.
La nueva infraestructura, que está por concluirse, se suma a otros 65 sistemas que se edificaron en Piedras Boludas, municipio de Tuzantla; Peña Redonda y El Águila, en Madero; Gallitos, en Tiquicheo y Las Trojes, en Nocupétaro. En todos ellos la dependencia aplicó un monto de 8 millones 284 mil pesos.
De esta forma, la CEAC ha destinado en conjunto un presupuesto de 12 millones 325 mil pesos, para la construcción de los proyectos de captación de agua pluvial, baños húmedos y biodigestores, con lo que también se contribuye al cuidado del medio ambiente al disminuir la cantidad de desechos vertidos a los ecosistemas.
Al respecto, el coordinador general de la CEAC, Germán Tena Fernández, explicó que con estos equipos se logra aprovechar el agua de lluvia, funcionando como una alternativa en comunidades que no cuentan con fuentes de abastecimiento cercanas y suficientes; evitando también que, sobre todo las mujeres, ya no se trasladen grandes distancias cargando el vital líquido para sus hogares.
Finalmente, la captación del recurso natural implica gratuidad en el servicio para la población; ahorro de energía en la operación, potabilización y transporte; no se explotan reservas de acuíferos y se garantiza el abasto de al menos 50 litros por persona al día, durante todo el año.