Kevin Ponniah
Role,BBC News
Cuando el arqueólogo Zhao Kangmin contestó el teléfono un día de abril de 1974, todo lo que le dijeron es que un grupo de agricultores había encontrado algunas reliquias cuando excavaban un pozo.
Desesperados por encontrar agua en medio de una sequía, los campesinos habían excavado un metro cuando se toparon con tierra roja y dura. Debajo, habían encontrado cabezas de cerámica de tamaño real y varias puntas de flecha de bronce.
Podría ser un importante hallazgo, dijo el jefe de Zhao, así que debería ir y verlo tan pronto como fuera posible.
Zhao, un agricultor local convertido en curador de museo en la provincia central china de Shaanxi —que murió en 2018 a los 81 años— tenía una corazonada sobre qué podría ser.
La era Qin
Zhao sabía que en el pasado se habían enterrado figuras en el área cercana a la ciudad de Xian, no lejos de la tumba del primer emperador de China, Qin Shi Huang.
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