«Me llevé unos sustos, llegaron unos tipos raros a la casa varias veces, como que estaban siguiendo un patrón de secuestrar gente», dijo el cantante.
FUENTE: TVNOTAS
Hace unos meses, Maribel Guardia, de 60 años, relató que su hijo, Julián Figueroa, de 25, se había mudado con ella a la CDMX debido a que en el rancho de Cuernavaca en el que vivía, había mucha inseguridad. Esta información fue confirmada hace unos días por el joven cantante, quien aseguró que a la casa que le heredó su padre, Joan Sebastian (q.e.p.d.), intentaron meterse en varias ocasiones para secuestrar a quien estuviera ahí.
Julián reveló esta información para el programa ‘Suelta la sopa’ luego de que le preguntaran si vendería la casa: «Yo nunca dije que la iba a vender, dejé de vivir ahí por el tema de la seguridad. Viví ahí situaciones medio duras, me llevé unos sustos, por eso decidí irme de Cuernavaca y venirme para la CDMX, llegaron unos tipos raros a la casa varias veces, como que estaban siguiendo un patrón de secuestrar gente».
Y detalló: «Llegaban y decían que eran del Poder Judicial o de alguna empresa, y cuando salía la gente, los secuestraban, y pues llegaron así unas 3 veces a mi casa, pero gracias a Dios no estábamos, nos encontrábamos de viaje. Entonces cuando me enteré de esto, dije ‘no vale la pena seguir aquí y exponer a mi familia, sobretodo a mi hijo’, y tomamos la decisión de venirnos con mi mamá».
Por otra parte, aseguró que este lujoso rancho le ha costado grandes pérdidas de dinero, pues al ser tan grande necesita una fuerte inversión para su mantenimiento: «Tener una casa que cuesta tanto dinero es una carga muy dura económica si no te genera nada».
Lo que sí dejó muy en claro, es que no quiere deshacerse de esta propiedad porque le trae enormes recuerdos con su famoso papá: «No la voy a vender, esa no es una posibilidad, es algo muy cercano a mi corazón, pero tal vez abra un restaurante, que genere un poco».