Darío Brooks
BBC News Mundo
Los menonitas son una comunidad religiosa que ha encontrado en América Latina su tierra prometida.
Desde su surgimiento en la Reforma protestante hace 500 años, padecieron de persecuciones religiosas que los llevaron a emigrar durante siglos por varios territorios de Europa y Norteamérica.
Finalmente se asentaron a comienzos del siglo XX en América Latina, donde había tierra, recursos naturales y gobiernos dispuestos a respetar su deseo de no interferencia del Estado en sus prácticas religiosas y culturales.
Hoy son exitosos granjeros, que comercializan grandes volúmenes de granos y alimentos producidos de forma autónoma. Y aunque hay estereotipos sobre su apariencia, la realidad es que las comunidades son diversas.
«No hay un solo tipo de menonitas», le explica a BBC Mundo la antropóloga Ruhama Pedroza. «Los menonitas contemporáneos ya no son los que nos retratan en las revistas o aquellos de los estereotipos que tenemos».
La investigadora señala que mucha gente tiende a creer que todos son «buenas personas», por su gran sentido del trabajo duro y por su apariencia pulcra. Pero en interior de su comunidad también ocurren crímenes e injusticias.
De esto último trata «Ellas hablan» (Women Talking), un filme nominado al Oscar a la mejorpelícula en los premios que se entregan este domingo.
Este relato ficcional está inspirado en un traumático caso de abusos sexuales vivido por unas 150 mujeres y niñas en una colonia menonita en Bolivia.
Las mujeres de la película están en una encrucijada: decidir si abandonan la colonia para ponerse a salvo junto a sus hijos de los abusos sexuales que han sufrido.
«Sabemos que los hombres son los que nos atacan. No los fantasmas, ni satanás, como nos han hecho creer. Sabemos que no hemos imaginado los ataques. Que nos dejaron inconscientes con tranquilizante para vacas. Sabemos que estamos magulladas, infectadas, embarazadas, aterrorizadas, locas… y algunas incluso muertas», dicen en una de las escenas del filme.
En el caso ocurrido hace unos años en Manitoba, Bolivia, ocho hombres menonitas fueron encarcelados por abuso sexual, un hecho extraordinario en una comunidad que evita cualquier influencia externa, incluida la justicia civil.
Pero lo ocurrido es una muestra de cómo son algunas colonias menonitas ultraconservadoras y el tipo de estructura social que tienen, explica Pedroza.
«El líder máximo de una colonia es el obispo, quien tiene sus ayudantes, que son los ministros, y éstos administran cierta cantidad de campos familiares. Y ahí hay jefes elegidos, pero todos son hombres», señala la antropóloga.
«Esta misma estructura, esta lógica organizativa y sociocultural, permite o tolera este tipo de abusos hacia las mujeres, hacia los ancianos o hacia los niños».
Y en países como los de América Latina, la intervención de la justicia civil es casi nula.
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