- En Michoacán son más de mil 100 personas mayores de sesenta años quienes han resultado contagiadas por Covid-19
La contingencia sanitaria por Covid-19 que atravesamos, nos ha enseñado lo fundamental que resulta el fortalecer la medicina preventiva, particularmente en el caso de nuestros adultos mayores, subrayó la diputada Araceli Saucedo Reyes, integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
La diputada por el Distrito de Pátzcuaro señaló que en Michoacán son más de mil 100 personas mayores de sesenta años quienes han resultado contagiadas por Covid-19, y en ellas el riesgo de afectaciones serias a su salud o incluso el riesgo de muerte es mayor.
“En Michoacán la esperanza de vida es de 74 años, en donde el índice de las mujeres es mayor a la de los hombres por un poco menos de seis años, y frente al incremento en la esperanza de vida, se precisa poner toda nuestra energía en fortalecer los servicios de salud, incluyendo la atención primaria con enfoques para el cuidado de las personas mayores máxime con la experiencia de una contingencia como la que ahora vivimos”.
Araceli Saucedo refirió que el aumento en la longevidad de la población debe ir acompañado de una transformación cultural, de manera que se aliente el envejecimiento activo mediante la optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad para mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen, lo que además permite se afronte de manera más exitosa contingencias sanitarias como la que atravesamos.
La legisladora señaló que entre 1990 y el 2000 la esperanza de vida a pasó de 70.4 a 73.2, y ya en la primera década de este siglo se ubicó en 74.1 año, realidad que obliga a fortalecer acciones que permitan plenitud a los adultos mayores.
“Esta crisis sanitaria sin duda ha representado grandes desafíos para todos, por un lado para las instituciones como garantes de la atención de la población a través de los servicios de salud, por otro para las personas responsables de sí mismas en el cuidado de su salud. Por eso debemos de aprender de ella, generar nuevos modelos que nos permitan una sociedad más sana para hacer frente a los retos que se le presentan, una sociedad atenta y comprometida con la protección, cuidado y plenitud de sus adultos mayores”, concluyó.