Tessa Wong
Role,BBC News – Singapur
Una decisión que ha causado mucho malestar: Japón ha comenzado a verter esta semana en el oceáno Pacífico las aguas residuales de la planta nuclear de Fukushima.
Varios países vecinos expresaron su descontento con la medida, pero China incluso ha ido más lejos y ha tomado medidas al respecto.
El gobierno de Beijing es el principal comprador de comida de mar a Japón y este jueves señaló que bloqueará las importaciones de estos productos al país.
En distintas plataformas y medios, el gobierno de Tokio ha insistido en que el agua no representa ningún riesgo para los ecosistemas, algo en lo que están de acuerdo muchos científicos.
Incluso el Organismo Internacional de la Energía Atómica, adscrito a la ONU, había aprobado el plan de verter las aguas residuales.
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