Por Aquileo Valdovinos
La violencia contra las mujeres no puede tolerarse en ninguna de sus dimensiones, es un flagelo que vulnera derechos y corrompe la cohesión social, recalcó la diputada Lucila Martínez Manríquez.
La presidenta de la Comisión de Igualdad Sustantiva y de Género del Congreso del Estado apuntó que, si bien se han dado pasos necesarios para combatir la violencia que diariamente sufren las mujeres, aún hay mucho camino por recorrer, el cual debe ser transitado tanto por autoridades como por la sociedad en su conjunto.
Destacó la importancia que la violencia familiar sea perseguir de oficio en nuestro país, para no esperar a que la víctima pueda o se atreva a presentar la denuncia correspondiente, tal y como Martínez Manríquez lo ha propuesto en Michoacán.
Recordó que la familia siempre será el primer grupo social de las personas, la célula inicial y principal de la sociedad y el núcleo de la organización humana, sin embargo, su naturaleza se ve afectada cuando al interior de ésta se ejerce violencia sistemática contra quienes la conforman.