- Esperanza, Damaris y Lorena, son tres mujeres que decidieron por diferentes circunstancias arrancar su propio negocio
- En medio de la pandemia, el 73 por ciento de estudiantes son mujeres que buscan generar sus propios ingresos
Morelia, Michoacán febrero del 2021.- A punto de cumplir 29 años de llevar alternativas económicas a la población en puntos estratégicos de la geografía michoacana, el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Michoacán, se ha convertido en una oportunidad de desarrollo económico y de superación personal para miles de mujeres que hoy son empresarias.
Esperanza, Damaris y Lorena, son tres mujeres que decidieron por diferentes circunstancias arrancar su propio negocio a pesar de la pandemia. Mujeres de diferentes regiones que han encontrado la forma de garantizar su sustento y el de sus familias.
Son historias de esfuerzo, ingenio y dedicación, de tres empresarias de diferentes edades que reconocen y recomiendan al Icatmi como una oportunidad para el desarrollo económico, pero también para encontrar una motivación y satisfacción en su vida.
La matrícula del Icatmi está integrada en un 73 por ciento por mujeres. Para los cursos 2021 que se ofrecen en línea, participan 4 mil 895 estudiantes en 624 cursos.
“Son mujeres con deseos y necesidad de superarse, que hoy gracias a su capacitación se han convertido en exitosas empresarias”, señaló María del Rosario Cruz García, directora general de la institución.
Mi vida cambió en Icatmi
“En Icatmi mi vida cambió, porque para mí lo más importante es ver que la gente me dice que se siente mejor, que mis tratamientos les dan resultados. Me dedico a la elaboración de productos naturales artesanales. Preparo cremas, pomadas, shampoos, nebulizador, pinturas, aceites medicinales y jarabes para la tos”, puntualizó Esperanza García González quien tiene 67 años.
En su tienda y consultorio ubicado en la calle Laguna de la Magdalena 360 en Morelia, comercializa su marca Productos Naturales Colibrís, ahí mismo realiza “terapias de quiropraxia, homeopatía, masaje relajante y reductivo, elaboración de productos galénicos, acupuntura, moxibustión, ventosa reductiva, limpieza de oído, alineación de columna, terapias con semillas y lo que se requiera”, dijo.
La estudiante de la especialidad de Cuidados complementarios para el bienestar personal del Icatmi, tras cinco años de estudio con la instructora Aurora Ferreira García, abrió hace cinco meses su establecimiento.
“No me quejo, me ha ido bien, sale para pagar la renta, y ya casi recupero la inversión que hice para comprar muebles, vitrinas y camas de masaje. Mientras haya fuerza, hay que echarle ganas”, subrayó.
“Icatmi mejoró mi economía, me ayudó a encontrar mi pasión, por eso no dejaré de estudiar y continuar aprendiendo”, destacó García González, quien no duda en recomendar al instituto a personas sin importar su edad, “nos ayuda para sentirnos mejor”.
Mujeres emprendedoras durante la pandemia
Así como Esperanza, Damaris Isabel Salazar Martínez, de 23 años, originaria de Vista Hermosa, llegó a perfeccionar su gusto por la pastelería al plantel Icatmi ubicado en Zamora. Hoy, tras concluir diversos cursos de repostería abrió una pastelería en donde comercializa cerca de 20 pasteles a la semana y próximamente, cuando la pandemia lo permita, incluirá servicio de cafetería.
“Desde que entré a los cursos empecé a vender lo que hacía en clase con mis familiares, vecinos. Ahorita con las redes me aclienté, tenía tantos pedidos que vi la necesidad de abrir un local. En Vista Hermosa solo había dos pastelerías, tengo muchos más sabores, ellos solo venden pastel básico, no fue difícil que la gente nos prefiriera, vendemos cosas innovadoras”, relató Salazar Martínez.
“Tuve un buen maestro, le aprendí mucho al chef Jaime Ramírez Navarro, gracias a él y al equipo del taller y las instalaciones, hoy tengo mi negocio de pastelería y repostería, hago mesa de postres para todo tipo de eventos”, relató.
“Ofrecemos diferentes sabores de mermeladas y cremas para relleno, empanadas, decoraciones, galletas, cup cakes, pasteles saludables hechos 100 % de fruta para mesas de postres, trufa, tartaletas de crema pastelera, pasteles tiramisú, cuatro chocolates, piña colada, red velvet, selva negra, sacher y hasta con botella de tequila o whisky para los señores”.
“A pesar de la pandemia nos ha ido muy bien. Sigo invirtiendo en equipo, arreglos del negocio. Recomiendo mucho al Icatmi, aunque me tuve que estar trasladando, el aprendizaje me deja una forma de vida”, señaló Salazar Martínez.
Lorena Sandoval Bautista es estudiante de Corte y confección de ropa en el plantel Los Reyes, derivado de circunstancias económicas familiares, “me vi en la necesidad de abrir una tienda de ropa. Comencé arreglando la ropa que se vendía, pero después surgió la idea de llevarme la máquina y realizar arreglos de ropa en general.”
“Actualmente es a lo que me dedico, arreglo cierres, bastillas y composturas de ropa. Hago uniformes, faldas y prendas con diseños personalizados”.
“Agradezco mucho al Icatmi, gracias a lo que aprendí tengo dinero para cubrir mis necesidades. Lo recomiendo mucho, es muy económico, las maestras están muy preparadas y son buenas personas”, relató Sandoval Bautista.