- Tan sólo en esta temporada, el campamento tortuguero «El Habillal» ha resguardado 8 nidos de tortuga Laúd, especie en peligro de extinción
Lázaro Cárdenas, Michoacán, Enero de 2021.- Gracias al trabajo constante de los distintos campamentos tortugueros dedicados a la conservación de las tres especies de tortuga marina que cada año visitan las costas de Michoacán, la tortuga Laúd continúa arribando para desovar, pese a las constantes amenazas que ponen en peligro su supervivencia.
Este inicio de año, el campamento tortuguero «El Habillal», dio a conocer a la Procuraduría de Protección al Ambiente (ProAm), que en la temporada decembrina se han resguardado ocho nidos de esta especie, que es la más amenazada de las tres que desovan en Michoacán, lo cual es señal de esperanza para su conservación.
Alonso Ramírez Romero, presidente del campamento, indicó que dos de los nidos permanecen en el sitio original del desove de la tortuga, el cual es vigilado por los voluntarios para evitar el saqueo del mismo.
Además, precisó que en los otros seis se resguardan 433 huevos, los cuales fueron trasladados al campamento para esperar el tiempo necesario para su eclosión y posterior liberación.
Cabe mencionar que esta especie, también conocida como tortuga gigante, se presenta cada vez con menos frecuencia, ya que su caparazón rico en grasas y gran dimensión resulta atractivo para la venta de aceite.
De acuerdo con Ramírez Romero, la tortuga marina es el único animal que se encuentra amenazado incluso antes de su nacimiento, ya que el saqueo de nidos para la venta de huevos es otro de los factores que ponen en riesgo su supervivencia, así como la presencia de depredadores y especies invasoras.
«A pesar de ser esta una actividad que supervisa la federación, el Gobernador Silvano Aureoles nos ha instruido a que busquemos las formas para apoyar a los campamentos, ya sea con recursos humanos o materiales, por eso mediante el Fondo Ambiental hemos equipado a los campamentos», señaló Juan Carlos Vega Solórzano, titular de la ProAm.
Invitó a la población a evitar el consumo de productos derivados de la tortuga, y a apoyar a los campamentos tortugueros, que son pieza clave para la conservación de las tortugas.